¿En qué dirección propones repensar la economía?
La economía basada en el crecimiento nos ha llevado al borde del desastre, ha desestabilizado el sistema financiero, ha esquilmado los recursos del planeta, ha socavado nuestras comunidades y hemos acabado con una economía que funciona para unos pocos, en vez de para muchos.
Debemos pensar en prosperidad en términos más amplios. Eso significa que tenemos que crear una economía que funcione para todos.
¿Cómo podemos participar en una “economía de prosperidad”?
En la economía moderna, la idea de trabajo se ha convertido esencialmente en la idea de empleo remunerado, hacer cosas para otros y aceptar las penalidades asociadas.
Pero, en realidad, el trabajo es una parte esencial de nuestra participación en la sociedad y esa visión supone pensar sobre nosotros de forma distinta, sobre los servicios que nos prestamos unos a otros, con atención, profesionalidad y creatividad.
¿Cuál debe ser el objetivo de las empresas?
En la vieja economía, las empresas se consideraban como una especie de medio para maximizar el beneficio y la producción en masa de bienes materiales, pero en la práctica las personas no necesitan solo bienes materiales y, muchas veces, gran parte de lo que necesitamos en la sociedad son servicios: atención, profesionalidad, creatividad, arquitectura bella y duradera, productos duraderos, y ser capaces de ofrecernos esto unos a otros, todos al servicio de todos.
Ese concepto de servicio supone un verdadero cambio cuando pensamos en términos de empresa.
¿Y cuál es el papel de los inversores?
La inversión es una de las cosas que han fallado terriblemente en la vieja economía, se ha convertido en una especie de casino donde apostar nuestro futuro y eso quebró el sistema financiero.
Sin embargo, la inversión es una de las relaciones más esenciales, porque es la relación entre el presente y el futuro. Es nuestro compromiso con el futuro y ese concepto de inversión como compromiso puede transformar la esencia de lo que están haciendo nuestras instituciones financieras.
¿Qué deberían hacer los bancos?
Los bancos deberían invertir en la transición hacia niveles reducidos de carbono, energía renovable, productividad de los recursos, protección de los activos ecológicos y en una economía de atención, profesionalidad y creatividad.
En definitiva, deberían invertir en servicios que mejoran nuestra calidad de vida, en aquello que ponga los cimientos para la prosperidad de mañana.
Tim Jackson
Investigador por una economía más humana
Tim Jackson es profesor de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Surrey (Reino Unido) y director del Centro para la Comprensión de la Prosperidad Sostenible (CUSP). Jackson es también un reconocido dramaturgo y guionista para la BBC.
Entrevista aparecida originalmente en The Colour of Money, publicación de Triodos Bank Reino Unido.
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