Musicoterapia
Musicoterapia – Imagen de Centro Anayet

La música es más que placer o entretenimiento. Así lo dejan entrever trabajos científicos tan llamativos como un estudio reciente de la Universidad de California que asegura que la mayoría de las personas asocia melodías a diferentes colores, en función de las emociones que nos transmiten. Los agudos y las melodías veloces, por ejemplo, se vinculan con colores como el amarillo y el naranja. 

La música despierta, asimismo, emociones similares a nivel universal, independientemente de nuestra procedencia, según otro trabajo del Instituto Max Planck, en Alemania. Y, en esta línea, resulta también curioso que mientras que en diferentes culturas se habla a los bebés de maneras distintas, las nanas siempre se asemejan, utilizando tonos altos y ritmos lentos.

El potencial de la musicoterapia

“La música es el medio para expresarse emocionalmente y para comunicarse, por ejemplo, para personas con alguna problemática con el lenguaje”, afirma Sergio González, impulsor de Centro Anayet, entidad que ha recibido financiación de Triodos Bank. Acreditado por la Comunidad de Madrid como centro de atención temprana a niños entre 0 y 6 años, la musicoterapia se suma en este espacio a otras especialidades como la logopedia, la psicología o la fisioterapia para intervenir lo antes posible cuando se detectan trastornos de desarrollo o riesgo de padecerlos.

Con la música es posible facilitar tanto la relajación como, por el contrario, la estimulación, la expresión y la socialización.

Desde otras iniciativas conocen también el potencial terapéutico de las melodías. “Mediante la música, la magia y la risa, movilizamos las emociones y liberamos las tensiones de pacientes, familiares y personal de los centros, consiguiendo que el humor forme parte del proceso terapéutico”, explica Josep Lluís Vidal Planas, de la entidad la Sonrisa Médica, cuyo trabajo en hospitales destacábamos anteriormente en El humor como terapia, en este blog.

Música y alzhéimer

En casos como los de las personas con alzhéimer, la música también se está revelando como una terapia prometedora para conseguir una mejora de la calidad de vida.

“La estimulación cognitiva, el ejercicio físico o la música pueden ayudar a estos enfermos”,afirmaba recientemente Javier Olazarán, neurólogo e investigador del Centro Alzhéimer Fundación Reina Sofía con motivo del I Simposio Internacional Avances en la Investigación Sociosanitaria en la Enfermedad del Alzhéimer.

Poner más música a nuestra vida

Por otro lado, la música también es positiva en general para personas que no sufren una enfermedad. De un modo similar al teatro y otras disciplinas artísticas y expresivas, las actividades musicales son una oportunidad más de desarrollar la creatividad y de divertirse. Así lo entienden en Música para todos, empresa que ofrece toda una sinfonía de actividades, desde talleres musicales para empresas, hasta conciertos e iniciativas que unen música e integración social.

Siempre parece buen momento para ponerle más música a nuestra vida.