El secreto está en el aislamiento

Uno de los principios fundamentales de la construcción Passivhaus es la estanqueidad de las edificaciones. Para lograrla, en el Edificio Oasis destaca una ejecución cuidadosa de la envolvente térmica y el sellado meticuloso de todos los huecos y cerramientos. En el caso de las viviendas Passivhaus esto se verifica a través de un método llamado Blower Door, que certifica la estanqueidad al aire.

Para mantener un ambiente saludable y fresco en el interior se utiliza un sistema de ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperador de calor. Así se renueva el aire interior cada noventa minutos, incluso con las ventanas cerradas, y se puede regular el grado de filtración. Antonio Fernández, arquitecto de Alma Verde responsable del edificio,explica que "el aire que entra a la vivienda está precalentado o enfriado por el intercambiador de calor, lo que reduce la necesidad de calefacción o aire acondicionado y contribuye a un consumo energético mínimo, hasta el punto de que una de estas viviendas puede consumir energía de climatización solo por unos 15 euros mensuales".

El concepto de climatización es distinto al de una vivienda convencional. Con el fin de lograr la mínima demanda energética posible y una calidad alta del aire interior, la climatización “ni se enciende ni se apaga. Está siempre.

Jesús Abellán, director de la oficina de Murcia de Triodos Bank, explica que cuando Alma Verde comenzó a trabajar en Murcia “era la única empresa que hablaba aquí de estos temas”. En el camino hacia la generalización de las viviendas sostenibles, Triodos Bank, que solo financia viviendas de alta eficiencia o con características sociales, estuvo a su lado. “Todavía recuerdo cómo se extrañaron el primer día en que nos contaron sus planes y vieron que un banco como el nuestro no solo les entendía, sino que les animaba a seguir por ese camino", recuerda Jesús.

Inconformismo hacia la sostenibilidad

Eso no es todo. En el Edificio Oasis las llamadas fachadas ventiladas -paredes con diferentes capas entre las que se permite circular el aire- contribuyen al aislamiento térmico y acústico. El equipo comunitario de climatización con aerotermia garantiza el suministro de agua caliente sanitaria y optimiza el consumo de agua.

También se utiliza energía solar para el “ascensor regenerativo”, que según Antonio Fernández “se abastece a través de una batería como la de un coche híbrido y se recarga mediante placas fotovoltaicas y gracias al frenado del elevador, de manera que, si se va la luz, el ascensor es capaz de realizar un centenar de viajes sin electricidad”.

Por otro lado, durante la construcción del Edificio Oasis se trabajó con proveedores de kilómetro 0, lo más cercanos posible a la obra, y con materiales sostenibles como el Pladur y el cartón-yeso, altamente reciclables. En la obra no se empleó ladrillo, que genera mucho gasto de agua.

En este sentido, la construcción de la edificación supuso la transmisión de conocimientos nuevos tanto a los trabajadores de la obra como a las empresas constructoras. "Hemos tenido que explicar cómo hacer cada detalle porque es algo nuevo. Aunque esto significa un tiempo de dirección de obra diez veces mayor que en un edificio convencional, el esfuerzo ha valido la pena", comenta Antonio.

Y la historia no termina aquí. Alma Verde tiene en marcha una nueva promoción con altos estándares de sostenibilidad en Murcia (Puente Nuevo) que también cuenta con financiación de Triodos Bank.

El origen de Passivhaus

El estándar Passivhaus (es decir, casa pasiva) fue ideado en el Instituto de Vivienda y Medioambiente de Alemania, que, para su control y difusión, dio lugar a la creación del Passivhaus Institut en Darmstadt en 1996. Se definió un modelo de construcción que reducía al mínimo el consumo energético, hasta en un 75 % las necesidades de calefacción y de refrigeración.

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