“Si no lo haces como es debido, ocurren accidentes”, dice Wim Mijs, director ejecutivo de la Federación Europea de Banca, que organiza la European Money Week (27-31 de marzo). Con un estilo directo, Mijs compara la relevancia de la educación financiera con la de la educación sexual. Este es un breve repaso a la diversidad de enfoques ante un desafío común para la sociedad.
Pocas personas en nuestro país habían oído hablar de la expresión educación financiera antes de la última crisis económica. Hoy el concepto suena más familiar. Ha contribuido a ello, de forma significativa, el programa “Tus Finanzas, Tu Futuro”, de la Asociación Española de la Banca (AEB), enmarcado en la European Money Week (Semana europea del dinero). Tras su tercera edición, habrá llegado a más de 20.000 jóvenes en España.
La iniciativa ha introducido conocimientos económicos y financieros en la enseñanza secundaria en más de 120 centros educativos. Además, ha impulsado experiencias como el Campamento de innovación, una experiencia de desarrollo de una aplicación para facilitar la toma de decisiones financieras por parte de estudiantes de 3º y 4º de la ESO.
El sentido de la educación
La educación basada en el aprendizaje de conceptos financieros técnicos se apoya en estudios que acreditan un nivel deficiente en este ámbito.
“Hoy, los conocimientos financieros de los europeos están por debajo de los de generaciones anteriores”, explican desde la Federación Europea de Banca. “Dos de cada tres adultos europeos no saben cómo calcular correctamente el interés de un crédito”, indican de acuerdo con datos de la OCDE.
La visión de los participantes en la última Fair Finance Week (Semana de las finanzas justas, celebrada el pasado noviembre en Fráncfort) es distinta. Entre ellos, Rainer Voss, exbanquero de inversión y protagonista del documental crítico Confesiones de un banquero, recordaba los estudios que sugieren que una exposición temprana al dinero, incluso como juego, refuerza actitudes como la falta de empatía personal.
Desde una perspectiva más matizada, Josephine de Zwaan, presidenta de la Fundación para la Administración de las Acciones (SAAT) de Triodos Bank, compartía en el mismo foro otra visión personal. “Quiero educar a mis hijos para ser personas que piensen en los demás y en la naturaleza”. Para ello, el dinero tiene un rol esencial pero “no como fin, sino como palanca para financiar cambios sociales”.
Triodos Bank y la educación financiera
Independientemente de la necesidad o no de aumentar los conocimientos financieros personales, otras iniciativas se centran en divulgar cómo influye socialmente el uso individual del dinero. “Nos proponemos culturizar la economía, estimulando la reflexión sobre el modelo económico”, afirma Mikel García-Prieto, director general de Triodos Bank.
De esta idea parte el libro La economía explicada a los jóvenes. En él, Joan Antoni Melé, subdirector general de Triodos Bank hasta 2014 y colaborador actual, involucrado en su trayectoria en múltiples conferencias sobre esta temática, divulga con ejemplos “cómo te afecta el dinero a ti mismo, cómo afecta a los demás y cómo afecta al planeta”. También aporta claves para actuar con mayor conciencia en las decisiones económicas de consumo, ahorro y donación, animando a repensar el dinero.
Para Triodos Bank, la educación financiera va más allá del sistema educativo. Empieza desde que se desarrollan servicios bancarios comprensibles, siendo transparentes respecto al destino del dinero o explicando cómo funciona un banco y qué valor aporta a la sociedad, tareas que lleva a cabo.
Por ejemplo, con este propósito de claridad, el banco integra en un mismo informe anual sus resultados financieros y el impacto de su trabajo en la sociedad.
Y, además, organiza eventos singulares como la Fiesta de la banca con valores, que reúne a clientes que han confiado sus fondos a Triodos Bank e iniciativas sostenibles apoyadas gracias a ello. “Educación financiera o educación económica es no solo entender cómo funcionan los productos bancarios, sino el propio sistema o relaciones económicas y para qué sirve el dinero”, considera García-Prieto.
Mediante charlas en colegios, centros culturales o universidades, entre otros, tanto Triodos Bank como la Fundación Triodos quieren contribuir también a una mayor conciencia sobre el uso responsable del dinero, así como a dar un eco social a aquellos sectores de la economía -como son el cultural, el social y el medioambiental- que dan respuesta a retos del conjunto de la sociedad, más allá de buscar únicamente el beneficio económico.
En la misma línea, han desarrollado proyectos como el servicio Consumo Responsable Triodos, disponible en web y aplicación móvil, que permite a usuarios interesados en hacer un consumo responsable ubicar comercios que trabajan con banca ética y que ofrecen cultura o servicios sostenibles y saludables; y la iniciativa Huertos Educativos Ecológicos, que recoge experiencias de aprendizaje e integración en centros escolares y organizaciones sociales en torno a los huertos educativos.
El trabajo en red es esencial, y en este sentido Triodos Bank participa en movimientos de economía humana como la Alianza Global para una Banca con Valores, de la que es banco miembro y cofundador, o la red de empresas sostenibles B Corp, que integra a más de 2.000 empresas en todo el mundo que usan el poder de los negocios en beneficio de la sociedad y el planeta.
Recientemente ha abierto una ventana de atención de dudas sobre operativa y financiación de banca ética en el espacio de coworking y formación de emprendedores sociales Impact Hub Madrid.
¿Educación financiera solo para jóvenes?
Si los jóvenes de hoy definirán con sus decisiones económicas el mañana de la banca y de la sociedad, los adultos le damos forma cada día. ¿Cuál es pues nuestro papel? Para Thomas Jorberg, portavoz ejecutivo del GLS Bank, entidad de banca con valores alemana, “mientras el cliente de banca que hay en cada uno de nosotros no actúe tal y como lo haría el ciudadano, no cambiará nada”.
Para ello, añadía en Fráncfort que el papel de divulgación de la banca también es esencial y que “hace falta un tipo de transparencia completamente distinto”, indicando al cliente adónde va su dinero.
En un mundo en pleno cambio, casi nadie discute la importancia de promover una mayor conciencia sobre el uso del dinero y la educación financiera.
Sí que se abren nuevas preguntas. Por ejemplo, ¿la tecnología hace más fácil gestionar y comprender el dinero, o todo lo contrario? “Mirando hacia adelante, el reto es abrumador. Lo digital hace del concepto de dinero algo cada vez más virtual, mucho menos tangible, especialmente para la gente joven”, reflexiona Mijs.
Texto: Xavier Hervás Vigueras con información de Die Farbe des Geldes, revista de Triodos Bank Alemania.
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