1. Aprender en el exterior
Ya en 1884 decía Francisco Giner de los Ríos, profesor en la Institución Libre de Enseñanza, que “las condiciones exteriores hacen posible, favorecen o dificultan la educación”. Lo escribía en su obra Campos escolares, a la que la Escuela Ideo ha recurrido para plantear el nuevo curso.
Este centro laico de Madrid ha rehabilitado 3.000 m2 de jardín “como espacio versátil para uso pedagógico”, nos cuenta Víctor Mourelle, su director de Infraestructuras. Estará “abierto a actividades de cada profesor y también se utilizará como Aula de la Naturaleza donde aprender a cultivar especies autóctonas”.
Además, la escuela busca la mayor amplitud posible en los interiores, con medidas como la construcción de un nuevo comedor para Infantil con varias entradas y salidas. En las aulas cuentan con “un sistema de aerotermia para una ventilación continuada sin necesidad de abrir ventanas”, además de la creación de “grupos burbuja” que también han puesto en marcha en otros centros.
Banca ética y educación
Durante la pandemia, Triodos Bank ha facilitado al sector 8,7 millones de euros en liquidez en España.
Pero el compromiso de la banca ética con la educación no es flor de un día. En 2019, nuestra financiación equivalió a hacer posible oferta educativa para 660.000 personas en Europa. Triodos Bank financia “escuelas con visión crítica, innovadora e integral, que formen al alumnado como personas comprometidas con la sociedad y un entorno sano y resiliente”, explica María Coronado, gerente de Cultura.
El apoyo a la educación forma parte de la misión social de la banca ética. Triodos Bank utiliza el dinero de sus clientes para apoyar a los sectores medioambiental, social y cultural y no para actividades especulativas o dañinas para las personas o el entorno, como los combustibles fósiles, las armas o el juego.
2. Clases a prueba de cuarentenas
¿Y qué ocurre si una parte o todo el alumnado tienen que hacer cuarentena? Para que la educación no se resienta, en el Colegio El Pinar de Alhaurín de la Torre (Málaga) ya están preparados para este escenario. Todos los chicos y chicas cuentan con portátiles y temarios digitales con mucha creatividad.
Durante los primeros meses de pandemia y confinamiento, en Infantil lanzaron una radio escolar a través de podcast, un proyecto de ESO para desarrollar apps de servicio público, una asignatura de Teatro online y una iniciativa de “Responsabilidad compartida” para involucrar al alumnado en las tareas domésticas, entre otros contenidos innovadores dentro de su programa digital.
“Aunque la enseñanza no presencial fue compleja al principio y tiene las desventajas que conocemos, paradójicamente fue también una gran fuente de oportunidades”, nos indican desde este centro de aprendizaje basado en proyectos y que acoge con entusiasmo las tecnologías de la información.
En El Pinar hicieron pronto sus deberes para esta vuelta al cole. Según la directora del centro, Mª José Salom, “a mediados de julio ya contábamos con un borrador de actuación ante la COVID-19 y fuimos uno de los primeros centros de nuestra provincia en publicar un plan”, en el que no faltan el uso de la mascarilla y otras medidas habituales, además de un refuerzo del equipo docente y la figura del “vigilante de patio”.
3. Aprendizaje y mejora continuos
En la escuela Imagine Montessori de Valencia cuentan con ratios de 15 niños y niñas por docente e incorporan aspectos complementarios como la existencia de lavabo dentro de la clase o el cambio de zapatos de calle por otros -más cómodos- al entrar al aula.
Marino Pontón, su director, nos cuenta su propósito de no conformarse y buscar más y mejores formas de adaptarse a la situación. Según sus propias palabras, “aprovechamos la experiencia de nuestra red de colegios en Europa, Asia, Oceanía y América, con los que compartimos mejores prácticas de manera semanal”.
En esta vuelta al cole, la escuela parece más que nunca un lugar que renueva y a la vez refleja la sociedad. Es un espacio vivo en el que, en este momento de cambio, toca no parar de aprender cómo cada persona se protege a sí misma y a las demás. Es un lugar para adquirir conocimientos, pero sobre todo valores humanos y hacerlo más allá de la teoría.
Qué mejor momento para llevar a la práctica la cooperación y la solidaridad entre profesorado, alumnado, familias, vecindarios…
De la competencia a la cooperación
Estamos convencidos de que la reconstrucción de la economía y la transformación positiva de la sociedad deben ir unidas. Conoce nuestra agenda como banca ética para Reiniciar la economía y súmate a ella.
Fotografía superior: Comedor del Colegio El Pinar, con almuerzos por turnos y etapas.
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