Nunca por el desagüe
Nunca por el desagüe

Al menos alguna vez, todos lo hemos hecho. Tirar el aceite de cocina usado por el desagüe del fregadero, aún intuyendo que no es la mejor forma de deshacernos de él.

Completamos el artículo sobre reciclaje ¿Y esto… dónde lo tiro? con información sobre qué hacer con un residuo al que a veces se presta poca atención pero que se considera el más contaminante de los que generamos en casa.

Tres problemas de la opción desagüe

Desprenderse del aceite de cocina de este modo causa, principalmente tres impactos negativos:

  1. Personal: Obstrucción de las cañerías domésticas.
  2. Social: Averías en las depuradoras, encareciendo el coste público del tratamiento de aguas residuales.
  3. Ambiental: El aceite es capaz de contaminar mil litros de agua por cada litro de producto vertido.

Cómo evitarlo y reciclar el aceite usado

Desechado, es un residuo altamente problemático. Reciclado, un producto con valor económico, social y medioambiental.

Gracias a las crecientes iniciativas de recuperación de aceite alimentario usado de instituciones públicas, empresas y organizaciones sociales, cada vez es más fácil convertir este residuo en recurso. Destacamos diversas de organizaciones que han contado con financiación de Triodos Bank.

Contenedor

Contenedores de recogida

Con el aceite depositado en los contenedores de la ONG Madre Coraje, situados en diversos municipios de Andalucía, se elabora jabón. En el proceso de recuperación participan personas en riesgo de exclusión social y los ingresos obtenidos contribuyen a las actividades de esta entidad de cooperación al desarrollo.

Igualmente, los contenedores de recogida de aceite en Castilla y León de la red ECODIS, promovida por la entidad FEAPS Castilla y León, permiten “crear empleo de calidad para personas condiscapacidad intelectual”.

Recogida aceite

En este caso, el aceite de cocina usado se transforma, en diversas plantas de tratamiento de la misma comunidad, en biodiésel para un transporte más sostenible.

Además de los hogares,  ECODIS recoge aceite del sector de la restauración, como también realiza Associació Laboris, en Barcelona. Las personas con discapacidad de esta entidad participan, entre otros, en un programa de recogida en las instalaciones de la Universitat Autònoma de Barcelona, campus en el que se utiliza biodiésel en su transporte público interno, cerrando el círculo.

Puntos limpios

Iniciativas como las anteriores facilitan el reciclaje ciudadano pero, ¿qué hacer cuando no disponemos de contenedores o servicio a domicilio? También podemos evitar daños medioambientales y contribuir a un tratamiento sostenible del aceite llevándolo a un punto limpio. Para ello, puede resultar práctico consultar este mapa de puntos limpios en España elaborado por Fundación Ecolec, o buscar información municipal sobre puntos limpios móviles, que acercan estos centros de reciclaje de residuos especiales a muchos barrios.

Esquema reciclaje
Proceso de recogida y reciclaje de aceite usado de cocina (Imagen: Red ECODIS)

De la sartén, al depósito del coche o del autobús

El aceite de freír usado resulta especialmente valioso para promover una movilidad más sostenible. Transformado en biodiésel, permite reducir de forma significativa las emisiones de efecto invernadero (más de un 80% según los expertos). Pero, además, al utilizarse un residuo, se reduce el empleo de tierras de cultivo para producirlo, crítica que a veces reciben los biocombustibles.

Hoy, el aceite usado supone una porción menor del biodiésel que se produce en España, pero el sector de la recuperación considera factible pasar de los 120 millones de litros de aceite alimentario recogido en la actualidad -incluyendo el facilitado por el sector de la restauración- a 275 millones.

Para avanzar en la materia, es necesario un enfoque global, según Concha Zorrilla, del Consorci per a la Gestió de Residus del Vallès Occidental, que ha instalado decenas de contenedores en esta comarca barcelonesa. “Si se contabilizase el ahorro que se obtiene en las depuradoras de agua y la red de alcantarillado por las grasas evitadas, probablemente la actividad sí sería viable económicamente”. El éxito depende, como también explicaba en un reportaje en la revista Sostenible, de la evolución del precio del petróleo, y de algo a lo que podemos contribuir: conseguir un volumen suficiente de aceite recogido gracias al compromiso de la ciudadanía.