Una vida cotidiana más humana y sostenible en todos los sentidos. Es lo que propone la filosofía slow, que arrancó a partir del concepto inicial de slow food. Su embrión fue una protesta por la apertura de un restaurante de comida rápida en el centro histórico de Roma en 1986.
Siguiendo este estilo de vida, no dejan de aparecer otras denominaciones como slow travel, slow home o slow web. Todas ponen el acento en evitar que el fenómeno moderno de la “pobreza de tiempo” nos impida disfrutar de la vida. Y en hacerlo de forma armoniosa con el planeta.
1. Slow food
“Entender de dónde viene la comida, cómo y quién la ha producido permite aprender a combinar placer y responsabilidad”. Es el enfoque de la red Slow Food, que otorga un distintivo a establecimientos con alimentos de kilómetro 0. Cuenta con él, por ejemplo, el Restaurante Kimpira, un local de alimentación ecológica que ha recibido financiación de Triodos Bank.
2. Slow fashion
Cada vez más voces en el sector textil se suman a un objetivo: vestirnos sin ignorar las condiciones de vida de los productores de moda, ni el impacto en el entorno de las prendas. Muestras de ello son las jornadas sobre moda sostenible que organiza la asociación Slow Fashion Spain o el trabajo de marcas como Mandacarú, cliente de Triodos Bank con tienda on-line de moda ecológica y de comercio justo.
3. Slow home
Un hogar mal construido es un problema ambiental grave y, además, puede afectar incluso a la salud de sus habitantes. Es la tesis de los arquitectos norteamericanos John Brown y Mathew North, padres de esta denominación. Brown y North sostienen que solo un 10 % de las casas de su país podría considerarse slow. El sector emergente de la construcción sostenible innova para conseguir unas viviendas más habitables y eficientes en aspectos como el consumo de energía.
4. Slow travel
Cinco municipios españoles siguen la filosofía de ciudades lentas, localidades que promueven de forma activa la preservación de los productos y tradiciones locales. Se trata de Bigastro (Alicante), Begur y Pals (Girona), Lekeitio y Mungia (Bizkaia) y Rubielos de Mora (Teruel), adheridos a la Red Estatal de Municipios por la Calidad de Vida.
Al mismo tiempo, se desarrolla también el concepto de slow travel, que se define como “tener el coraje de no ir en la dirección de la masa” cuando hacemos turismo, entendiendo el viaje como una inmersión respetuosa en la cultura y el medio natural del destino elegido. Distintas opciones de turismo sostenible y solidario nos facilitan estos viajes con conciencia.
5. Slow energy
Favorecer el decrecimiento energético es el objetivo de la plataforma Slow Energy España, una de las distintas iniciativa que están emergiendo para ayudarnos a “descubrir cómo vivir mejor con menos energía”. En una anterior entrada de Somos Triodos, intentamos ayudarle a dar algunos pasos con 7 trucos sencillos para ahorrar energía en casa.
6. Slow web
No se asuste, no se trata de que la conexión de internet deba ir más despacio. La filosofía slow web (también slow tech) consiste en intentar que el uso de internet y de la tecnología no sea un fin en sí mismo, sino una forma de vivir mejor. En este ámbito destacan iniciativas curiosas como “software que permite decidir colectivamente entre amigos desconectar los smartphones durante una comida”.
¡Muchas gracias por tu comentario!
Por favor, confirma tu comentario haciendo clic en el enlace del e-mail que has recibido.