¿Viviremos el día en el que los habitantes de un municipio elijan directamente los árboles, los equipamientos o los caminos que incluirá el próximo parque municipal que se vaya a instalar? La pregunta tiene trampa porque el momento ya ha llegado. Estas decisiones en comunidad se están tomando en todo el mundo a través de procesos alimentados por una sociedad participativa que, a su vez, se fortalece con ellos.
En los últimos años han surgido algunas organizaciones que dinamizan este tipo de fenómenos. Es el caso de la asociación PASOS (Participación y Sostenibilidad), que trabaja a escala nacional para “promover la sostenibilidad social, cultural, económica y ambiental desde y a través de la participación ciudadana” y que ha contado con financiación de Triodos Bank. Este sencillo manual ha nacido de un diálogo reflexivo con la entidad en el que sus respuestas han surgido de forma colaborativa.
1. Punto de partida: ¿una sociedad participativa nace o se hace?
Una sociedad participativa es aquella en la que se abordan problemas y se resuelven necesidades colectivamente, a través de la cohesión y de la cooperación. “Aristóteles decía que ‘el hombre es social por naturaleza’. Es posible que como individuos nazcamos participativos, pero como sociedad tenemos que aprender a cultivar los principios que nos permitan mantener una comunidad así”, reflexionan desde la asociación PASOS, que también alude a la necesidad de “aprender a articularnos y organizarnos”. Nacemos participativos, pero tenemos que fabricarnos el camino para acometer la toma de decisiones en común.
2. Medir el grado de preparación de la sociedad
“Aunque los valores en los que nos educamos están basados generalmente en el individualismo, en todo ser humano existe la aspiración de la unión con los demás”. Para la asociación, “nos encontramos en un punto interesante, con todos los elementos para desarrollar exitosamente herramientas de participación”. De hecho, los miembros de la entidad piensan que “todo depende de una decisión, la mayor parte de las veces, política, y que el resto del camino se puede hacer dando pasos: conectando y trabajando con lo que nos une es posible llevar a cabo cualquier proceso.”
3. Identificar los ámbitos de actuación
Una pregunta que aparece automáticamente cuando se piensa en decisiones tomadas de forma colaborativa es saber en qué ámbitos tienen cabida o justificación. La respuesta de PASOS es clara: en todos, aunque encierra algunas consideraciones. “La escala local es la que más se presta a desarrollar procesos de participación. En ella existen desde estructuras tradicionales de democracia directa hasta otros modelos como las ‘Agendas 21’, las asambleas municipales populares o las plataformas ciudadanas entre otros”.
A nivel supralocal también se han articulado algunas figuras, aunque menos numerosas por su mayor complejidad a la hora de organizarse y también en la faceta comunicativa. Son ejemplos de esto último los presupuestos participativos de Río Grande do Sul, en Brasil, o las planificaciones regionales como Kerala, en la India.
4. Conocer la realidad. ¿Qué caso hace el poder político?
Aunque reconocen que “aún estamos lejos”, en la asociación han constatado que “el poder político está tomando conciencia de la importancia de la participación ciudadana. Está más atento y sensible a las expresiones de la sociedad”. También es cierto que, según añaden, “una participación igualitaria requiere de una nivelación en las relaciones de poder y una reubicación en una forma distinta de hacer política, lo que pocos han hecho salvo algunas iniciativas”.
5. Despertar
Un punto crucial en este manual. Un mensaje que se pudo leer en la Puerta del Sol, en Madrid, durante el 15-M, rezaba: “Dormíamos, despertamos”. “Socialmente”, explican en PASOS mirando hacia atrás, “fue algo parecido a eso. Había gente con una conciencia, unos sentimientos y una forma de pensar que no encajaban en las formas tradicionales de organización social y política existente. Estos individuos se encontraron y su sentimiento de unión se convirtió en un punto de inflexión en nuestra sociedad”. Los responsables de la entidad no dudan en destacar que algunas de las nuevas propuestas políticas y sociales de la actualidad “son expresiones materializadas de esa nueva conciencia sobre cómo organizarse”.
6. Actuar
La asociación PASOS ha desarrollado numerosos proyectos hasta la fecha, y uno de los más significativos es Órgiva, municipio andaluz sostenible, emplazado en la “Agenda 21” del municipio.
Cuando se llevan a buen término los procesos participativos “aumenta la cohesión social, la autoestima personal y colectiva, la madurez y autonomía. Se aprende a decidir y responsabilizarnos de nuestras propias decisiones”. No solo se consiguen resultados tangibles en el área de acción, sino que la sociedad en sí misma se enriquece. También tiene transcendencia en la esfera política: “En Órgiva, la participación ha formado parte del debate y las propuestas políticas en una intensidad fuera de lo común en el contexto español”.
7. Viralizar, extender y certificar
“La participación ciudadana se fomenta visibilizando, creando y potenciando los espacios en los que se realiza”, explican los integrantes de PASOS, que identifican algunas diferencias en el caso de que se traten de grupos u entidades: “A veces, los miembros de una organización no se implican porque consideran que la organización se ha separado de la esencia. En esos casos sería necesario un trabajo de reconexión con la motivación inicial”.
La participación se entrena y se viraliza, aunque hay que buscar las pautas adecuadas según el tipo de proceso que se quiera iniciar. Y para extenderla a contextos más amplios, las nuevas tecnologías van a desempeñar un papel crucial. En este punto, los miembros de la asociación nombran a Democracia 4.0, una iniciativa cuyo objetivo es implantar un sistema de democracia directa a través de internet, con todas las garantías legales.
8. Aprovechar los resultados para crecer
Los procesos participativos exitosos llaman a más procesos. Estos fenómenos cada día son más comunes en España y en el mundo, aunque es justo recordar que existen tanto en sus nuevas formas como en fórmulas más tradicionales, “por ejemplo, los concejos del norte de España”.
De sus resultados, los miembros de PASOS resaltan la idea de que “las personas se apropian de las decisiones si han podido formar parte de ellas, porque se sienten identificadas y las defienden. Y para ello lo importante es que haya un diálogo y construcción colectiva entre los/as participantes, y que todas las voces, sensibilidades y puntos de vista estén representados”. La población se suele involucrar en este tipo de iniciativas, pero si esto no ocurre, en PASOS no pierden la calma y se ponen manos a la obra: “Habría que ver qué está obstaculizando esta implicación y resolverlo”.
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