De los derechos a los hechos, queda mucho por recorrer en el camino que ya señaló la Declaración Universal de los Derechos Humanos hace casi 70 años. Hoy es un momento decisivo para lograrlo de la mano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2016-2030), históricos por su ambición. ¿De qué manera contribuye a ellos Triodos Bank?
Un plan histórico
¿Es aceptable que 836 millones de personas en el mundo continúen viviendo en la pobreza extrema? La respuesta es obvia y, sin embargo, no es posible progresar sin conocer algo más de contexto. El cambio desde 1990, cuando la cifra era de 1.900 millones de personas en esta situación y se pusieron en marcha los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de Naciones Unidas, es incontestable.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) renuevan y amplían el compromiso de la comunidad internacional, con metas como buscar por primera vez el “fin de la pobreza” (ODS 1). Entre 2016 y 2030, las nuevas metas involucrarán a todo el mundo, no solo a los países en desarrollo como hacían los ODM, y exigen una mayor contribución del sector privado a su financiación.
Respondiendo a la llamada de la ONU, empresas como Triodos Bank quieren ser un catalizador para la necesaria transformación de la economía y las finanzas que requiere el nuevo desafío.
Metas como promover la agricultura sostenible (incluida en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2), garantizar el acceso a una energía segura y sostenible (ODS 7), promover un trabajo decente (ODS 8) o ir hacia modalidades de consumo y producción responsables (ODS 12) coinciden con los focos clave a donde se dirige la financiación de Triodos Bank desde 1980.
Financiar el cambio
Al igual que con el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, el foco en el papel de las empresas es fundamental para que los ODS marquen el camino hacia una economía con impacto positivo y no se queden en una mera declaración de intenciones.
Dentro del ámbito empresarial, el sector financiero desempeña un papel fundamental hacia un desarrollo sostenible a largo plazo. Ya sea a través de los mercados de capitales o de la financiación directa, los bancos tienen una posición estratégica en el mundo económico para promover la financiación del cambio necesario.
Cuando la ONU calcula que faltan entre 5 y 7 billones anuales de inversión del sector privado para lograr los ODS, se producen pasos hacia ello. En Holanda, bancos, incluyendo a Triodos Bank, y también compañías de seguros y planes de pensiones del país han presentado un trabajo conjunto ante el Gobierno y el Banco Central de ese país. A través de él, muestran su disposición activa para que su actividad financiera contribuya directamente a los ODS. Las entidades realizan recomendaciones como “convertir la inversión en ODS en la nueva normalidad, animando y haciendo posible que todos los inversores particulares inviertan con impacto positivo”. Para ello, proponen a las instituciones informar más ampliamente sobre la oportunidad de los Objetivos y una mayor facilidad a nivel de regulación para invertir con valores.
“La urgencia de cambiar la manera en que el sector financiero analiza la inversión y la manera en que los inversores utilizan actualmente su dinero es más que evidente”, afirma Marilou van Goldstein, directora de Triodos Investment Management, gestora de los fondos de inversión socialmente responsables y de impacto de Triodos Bank. Esta necesidad apremiante de replantear la actividad financiera “la podemos ver en el cambio climático, las migraciones masivas y el agravamiento de la desigualdad social en el mundo. Afecta directamente a todos los países y a todas las personas”.
A nivel internacional, se ha logrado definir por primera vez unos Principios para el Impacto Positivo en las Finanzas. Triodos Bank ha participado junto a una veintena de bancos de todo el mundo en este trabajo promovido por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente (UNEP-FI, en sus siglas en inglés).
Los principios recogen que existen inversiones que promueven el desarrollo económico, medioambiental y social y reconocen que es necesario adecuar los procesos bancarios para identificarlas mejor e informar con transparencia, para que los inversores y reguladores actúen en consecuencia.
James Vaccaro, director de Estrategia Corporativa de Triodos Bank e involucrado en la iniciativa, explica que “estos principios buscan cubrir el déficit de inversión necesario hacia una economía futura baja en carbono, alcanzando los Objetivos de Desarrollo Sostenible y desplazando las finanzas convencionales más allá de la gestión del riesgo financiero y hacia un impacto positivo”.
Sectores transversales
No todo son avances en el mundo de hoy. También “aumentan las desigualdades” y “el cambio climático puede hacer retroceder los logros alcanzados en las últimas décadas”, según la ONU. En respuesta a ello, los Objetivos de Desarrollo Sostenible “abarcan más que los ODM”, con la pretensión de afrontar las desigualdades, el cambio climático, la preservación de los océanos, el consumo y la producción sostenibles o la paz y la justicia, citando algunos de sus ámbitos de actuación.
Unos desafíos transversales y urgentes que confluyen con una “mayor presencia de empresas y organizaciones que, con su iniciativa y espíritu innovador, están cambiando sus sectores y los trascienden, lo que está transformando la sociedad”, según la opinión de María de Pablo, directora de Banca de Empresas e Instituciones de Triodos Bank.
Iniciativas como Pont Alimentari, que vincula excedentes alimentarios de restaurantes y supermercados y los conecta con personas con necesidades no cubiertas, con financiación de banca con valores, marcan la diferencia en más de un ámbito de actividad. En este caso, actúan tanto en lo social como a favor de la sostenibilidad medioambiental (ODS 2, hambre cero, entre otros mediante la producción sostenible de alimentos).
Otras veces son los ámbitos cultural y social los que suman. Ocurre con World Education Berkshire y su Centro de Solidaridad Internacional de Reading, iniciativa financiada por Triodos Bank en Reino Unido. Se trata, a la vez, de un espacio de encuentro ciudadano y formación social y medioambiental (ODS 4, calidad educativa y promoción del desarrollo sostenible).
Es algo que está también especialmente presente en la financiación relevante y continuada de Triodos Bank a las industrias culturales europeas (ODS 11, que incluye la protección del patrimonio cultural), con un 13,8% de la cartera total de financiación en 2016. O en el trabajo por la igualdad de género (ODS 5) de entidades como la asociación Mujeres Supervivientes de Violencias de Género, organización de intervención y sensibilización que trabaja desde Sevilla con apoyo financiero de Triodos Bank.
A su vez, Zinnae, cliente de la entidad en Zaragoza, desarrolla un cambio cultural y ambiental a través de sistemas innovadores de jardinería con ahorro de agua (ODS 6, que incluye el consumo hídrico eficiente) y, como clúster de innovación, busca ser un factor de desarrollo económico sostenible, asociando a empresas y centros tecnológicos.
Impacto real
Las inversiones de Triodos Bank y los fondos de inversión que gestiona el grupo contribuyeron en 2016 a generar energía verde suficiente para suplir las necesidades de electricidad de 1,2 millones de hogares europeos durante un año (ODS 7, por la energía asequible y no contaminante), ayudaron a 2 millones de personas a recibir educación (ODS 4, educación de calidad) y ofrecieron inclusión financiera a 13,7 millones de ahorradores y 20,2 millones de prestatarios en países en desarrollo, a través de 100 instituciones de microcrédito (ODS 1, que contempla la inclusión financiera entre los factores necesarios para terminar con la pobreza).
Estos y otros datos de impacto no financiero se publican cada año en el informe de impacto que recoge la memoria integrada de Triodos Bank. Para profundizar en su enfoque de transparencia y reporte, el banco prevé integrar los ODS en su medición de impacto en su próximo informe anual.
Isabel Garro, directora general de la red española del Pacto Mundial, entidad de la ONU que promueve la participación del sector privado en los Objetivos, destaca que “para alcanzarlos, lo importante es enfocar las acciones desde el punto de vista de la globalidad. Por eso no se entienden como una manera de refrescar la RSE”. Igualmente, considera que “las acciones de sostenibilidad ya no se ven como una evitación del riesgo, sino como un factor de oportunidad. Y los ODS van a ayudarnos a encontrar oportunidades de negocio en el desarrollo sostenible; no solo a no tener impactos negativos en nuestros grupos de interés”.
Una invitación plural
Los ODS invitan a todos -instituciones, ciudadanía y empresas- a influir en el devenir social y ambiental del planeta, a través de las decisiones económicas de consumo, ahorro e inversión. Desde Naciones Unidas recuerdan que pequeños y grandes gestos, que clasifican en “cosas que se pueden hacer desde el sofá” o “siendo un buen vecino” también cuentan para alcanzar los Objetivos. Apelan a recomendaciones sencillas como “ahorrar electricidad enchufando los electrodomésticos en una regleta y desconectándolos cuando no los utilice” o “hacer uso del derecho a elegir a los líderes de su país y comunidad local”, recordando la importancia de la participación cívica.
Ante la tentación del desánimo, cabe recordar utopías que hoy son una realidad. Por ejemplo, cerca del 50% de las inversiones globales en nuevas infraestructuras de producción eléctrica se concentran ya en la generación de energías renovables (2015) y en China 250 millones de motocicletas eléctricas están circulando ya por sus carreteras.
Lo destaca Achim Steiner, que ha sido director ejecutivo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente entre 2006 y 2016. El experto medioambiental ve una esperanza muy real en iniciativas ciudadanas y empresariales como la actual corriente de “desinversión”, que aboga por evitar la financiación de ámbitos que resulten dañinos, como los combustibles fósiles, en lo que fueron pioneras las entidades de banca con valores y que empieza a extenderse también gracias a la presión social. “La generación actual, es decir usted y yo, vamos a tomar decisiones que excluirán totalmente ciertas opciones para la generación siguiente”, explica.
No son tan lejanos los tiempos en los que la economía o la actividad de los bancos solo se asociaban con la pura rentabilidad económica. El consumo responsable, también de servicios bancarios, empieza a cambiar el discurso global.
Hoy, iniciativas empresariales con impacto positivo como las que financia Triodos Bank han dejado de ser una gota en el océano, y en línea con el último de los objetivos (ODS 17, alianzas), el propio banco se suma a las más de 2.000 empresas B Corp en el mundo que usan el poder de los negocios para mejorar el planeta, o a la red de bancos sostenibles de los cinco continentes que forman la Alianza Global para una Banca con Valores. ¿Es o no posible cambiar el mundo?
ODS:
169 METAS
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible se despliegan en 169 metas concretas, como que todos los niños y niñas del globo tengan por fin acceso efectivo a educación primaria y secundaria en 2030 o que, para 2020, se proteja al menos el 10% de las zonas costeras y marinas del planeta, priorizando las de mayor valor ambiental. La ONU trabaja en indicadores para realizar un seguimiento adecuado de la evolución en el cumplimiento de estas metas.
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