A ti, que lees estas líneas, quiero enviarte ánimo y coraje en aquellas circunstancias que te haya tocado vivir personalmente, a tus personas allegadas o en tu comunidad.
En estos días sin precedentes, repletos de retos, somos aún más conscientes de hasta qué punto afecta a nuestra vida el devenir de la de las demás personas, estén cerca o lejos. También es más evidente que nunca la interdependencia global en una naturaleza que no atiende a fronteras. Somos uno con los demás y con nuestro planeta.
El inimaginable desafío que supone la emergencia sanitaria actual pone de manifiesto al menos dos realidades. Por un lado, que nuestro modo de vida, lo que comemos o respiramos, influye en nuestra salud. Por otro, que la fragilidad a la que nuestro modelo económico conduce al ecosistema, herido por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, pone en riesgo a las personas.
Las consecuencias van más allá de lo físico y también inciden en la gran enfermedad social de nuestro tiempo, la desigualdad, que no deja de crecer. Si bien la salud nos hace iguales como personas, no todos tenemos los mismos recursos para prevenir y proteger. Los más afectados son los más vulnerables y vuelve al primer plano la necesidad de cuidado y dignidad para todas las personas.
La pandemia de Covid-19 y sus consecuencias son un golpe muy fuerte, a la vez causa y consecuencia del empeoramiento de la salud global. En Triodos Bank siempre hemos trabajado con un propósito regenerador, y ahora todavía más, como parte de la solución a las enormes dificultades a las que nos enfrentamos como sociedad y, en muchos casos, también de forma individual.
Partimos de una base sólida que avala y hace posible nuestra propuesta. Somos una entidad transformadora y resiliente, como muestran nuestros resultados de 2019 publicados recientemente. La suspensión temporal de la compra y venta de certificados del banco hasta que no exista mayor claridad sobre el impacto de la crisis actual en la economía y la suspensión del pago de dividendos de 2019, de acuerdo con la recomendación del Banco Central Europeo al sector, responden también a esa consciencia y compromiso, así como todas las medidas específicas que hemos incorporado para acompañar a los clientes que estén en situaciones difíciles, para que puedan seguir adelante con su día a día y sus proyectos.
La gran pregunta es: ¿qué queremos hacer a partir de ahora? ¿Volver a la situación anterior? ¿O intentamos crear un futuro saludable y digno para todas las personas y el planeta?
Estoy convencido de que el cambio es imprescindible. Volver significaría alimentar un sistema frágil, enfermo e injusto, y no es una opción. Para construir un futuro resiliente y saludable, tenemos que poner a las personas y la vida en el centro de la economía: a quienes trabajan por el cuidado de la salud, a los productores de alimentos saludables y que preservan el suelo que los ofrece, a la energía que combate el cambio climático, a las personas que trabajan por la inclusión social, la educación o la cultura. Son ámbitos e iniciativas que, por su naturaleza, hacen posible ese futuro sostenible e inclusivo.
Ya no nos podemos permitir que las actividades económicas que deterioran la salud del planeta o de las personas no asuman su impacto negativo. En consecuencia, frente a la economía que solo busca la maximización del beneficio, con cadenas de suministro frágiles y a menudo abusivas y generadoras de dependencias insostenibles a países empobrecidos, trabajemos por transformar nuestro futuro. Un porvenir en el que una economía diversificada, resiliente, local, justa y equitativa aporte bienestar social a las personas.
Como banca ética, en Triodos Bank seguimos al lado de las personas que, como emprendedoras, se implican en la economía real con impacto positivo para generar un presente y futuro saludables. Eso es precisamente lo que hemos hecho a lo largo de nuestros ya 40 años de historia en Europa, y ahora tiene incluso más sentido.
Esta forma de hacer las cosas es posible gracias a una comunidad fuerte, activista e impulsora del cambio: las personas que nos confían sus ahorros para que financiemos a esos emprendedores sociales, titulares de CDA que han puesto su compromiso en el desarrollo de la banca ética y, por supuesto, cada una de las personas que trabajamos en Triodos Bank, a través del servicio que prestamos. Somos miles de personas que contribuyen a construir ese futuro diferente y necesario.
Muchos nos preguntamos qué sociedad saldrá de esta emergencia. Yo creo que construirla está en las manos de cada persona y, a pesar de este sufrimiento -incluso por haberlo vivido-, podemos aspirar a una vida con la dignidad humana en el centro. Las más de 700 mil personas que formamos parte de la comunidad de Triodos Bank ya contribuimos, cada día, a que sea una realidad.
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