“El año 2015 fue excepcional para las energías renovables”, concluye REN21, entidad global de referencia en el sector. Se alcanzaron metas consideradas impensables hasta hace poco, algunas de ellas en nuestro entorno más cercano, y las energías limpias compitieron como nunca con las fósiles en todo el mundo, incluso con los precios del petróleo en mínimos.
Lo “impensable” que ya ha sucedido
El pasado 9 de mayo cerró la última planta de carbón del estado de Australia Meridional, “al no poder competir con los precios decrecientes de la energía renovable“. Tras un periodo de transición iniciado en 2009, ahora el grueso de la energía utilizada en este estado del país oceánico es eólica y solar.
En el mismo mes, en Europa, Portugal lograba funcionar exclusivamente con electricidad de energías renovables durante cuatro días. Un hito más dentro de una trayectoria constante que ha llevado al país, de forma independiente al signo de sus gobiernos, a una cuota general del 50% de renovables.
En España, las renovables destacaron en 2015 como la principal fuente de energía en el suministro eléctrico, con un 37%. Un retroceso respecto al año anterior (43%) pero dejando aún “muy lejos de ellas, en segundo lugar, a la nuclear, que produjo el 21,9% del total de kilovatios eléctricos”, como recoge Energías Renovables.
Y los hitos en energías limpias no dejarán de sucederse tampoco a lo largo de 2016. La viabilidad de las renovables ha atraído el interés de multinacionales como IKEA, que inicia este año la venta de kits solares en Reino Unido y vuelve a dar una idea del potencial del sector.
La tendencia va más allá de los aspectos coyunturales, llamativos o de los países económicamente desarrollados: en el conjunto del planeta las renovables han conseguido suministrar el 23,7% de la electricidad en 2015, según el Global Status Report 2016 de REN 21, organización internacional con representación sectorial, de ONG y de gobiernos.
“La capacidad de producción renovable global añadida en 2015 representó el mayor incremento histórico”, señala el informe. Al mismo tiempo, la inversión global en nuevas instalaciones, con 266.000 millones de dólares, dobló a la inversión en energías fósiles, “la mayor diferencia en favor de las renovables hasta la fecha” con, por primera vez, una inversión superior en los países en vías de desarrollo que en los estados más ricos.
Revolución tecnológica continua
Señales como los mensajes de la última cumbre de Naciones Unidas contra el Cambio Climático, comprometiendo a la práctica totalidad de la comunidad internacional con las energías renovables, apoyan la inversión en las mismas y su desarrollo. No obstante, la mejora continua de la tecnología ha sido la clave en este aspecto.
“Hay muchos avances que se están produciendo muy rápido. Para las tecnologías de generación distribuida, como puede ser la fotovoltaica, los sistemas de almacenamiento en baterías de ion-litio están permitiendo que el autoconsumo y el intercambio de energía con la red se puedan hacer de forma mucho más segura por las dos partes. Esto, junto con los avances en redes inteligentes, incluidos los contadores inteligentes, permiten el intercambio de información entre el usuario-generador y la red, para que el intercambio de energía se haga con la máxima eficiencia y en los momentos más necesarios”, destaca José Luis García Ortega, físico y responsable de Energía de Greenpeace en España.
Los progresos tecnológicos añaden competitividad económica. “Estamos viviendo una revolución. En 1976, el coste de una célula solar estaba en torno a los 80 dólares, hoy en torno a los 0,69 dólares”, explicaba Álvaro Rodríguez Martínez de Sanabria, director de Medio Ambiente, Energías Renovables y Sostenibilidad de IMF Business School, durante la jornada Energías Renovables en España, el 29 de junio en esta escuela de negocios en Madrid.
Viabilidad económica a prueba de obstáculos
“Con el progreso de la tecnología, hoy se puede disponer de energía a unos costes inferiores a los de las energías sucias y no renovables. Y ello sin contabilizar los costes ecológicos y sociales asociados a los combustibles fósiles y nucleares”, afirma Pep Puig i Boix, doctor en ingeniería industrial, profesor de Energía en la Universitat Autònoma de Barcelona y director técnico de la consultora energética sin ánimo de lucro Ecoserveis, que trabaja con Triodos Bank.
Para Puig, que se muestra contundente, “hoy la tecnologia permite dar la vuelta a todos los impedimentos que la tecnoburocracia, al servicio de los oligopolios de la energía, pone a la captación, transformación y uso de la energía”. Por su parte, Carlos Romón, director de la empresa instaladora Jarama Solar, reconocía en la jornada de IMF Business School que “sin llegar a legislar en contra del autoconsumo, se ha generado tanto miedo que mucha gente no se ha atrevido a poner paneles ya comprados. Cuesta decirles que la rentabilidad ha cambiado, pero que la instalación sigue siendo interesante“.
Además del ahorro en las facturas, la aportación de las renovables a la economía resulta sustancial.
Como destaca en un artículo reciente Francisco Xabier Albistur, presidente de APPA Fotovoltaica, las renovables “en 2014 supusieron costes al sistema eléctrico por valor de 5.245 millones de euros en concepto de retribución específica (antiguas primas). En contrapartida, han abaratado el precio del mercado eléctrico en 7.105 millones de euros o han ahorrado importaciones de hidrocarburos por 8.469 millones”. Asimismo, “han consolidado 70.750 puestos de trabajo en España y han generado riqueza por valor de 7.378 millones”, asegura. En el mundo, ya son más de 8 millones de puestos de trabajo los relacionados con el sector, según REN21.
Internacionalmente, las renovables están demostrando capacidad de competición con las energías fósiles incluso sin subvenciones. Respecto a su existencia anterior en España, existen múltiples lecturas. Romón indica que los incentivos y otras normativas para su fomento han provocado que muchas instalaciones de energías renovables, en particular en comunidades de vecinos, se hayan realizado sin suficiente motivación para su uso, de forma incorrecta, y hoy deban ser totalmente sustituidas.
Por su parte, Sara Pizzinato, responsable de la Campaña de Soluciones de Greenpeace y exgerente de Fundación Renovables, señalaba en el mismo foro que, a pesar de esa vertiente negativa, el estímulo inicial era necesario para el desarrollo industrial y tecnológico.
Lo que puede suceder mañana
El avance no se detiene. ¿Se imagina una carretera capaz de producir electricidad a partir de la energía solar? “Tenemos más espacio en las carreteras del que hay en los tejados, así que hay un potencial enorme para generación de electricidad de forma sostenible. Si pudiésemos cubrir el 30% de la red viaria holandesa, podríamos obtener energía para 8 millones de coches eléctricos”, afirma Sten De Wit, promotor de un proyecto de la Organización de Investigación Científica Aplicada de Holanda.
Tras la fase de concepción, en la localidad holandesa de Delft, se ha desarrollado un carril bici capaz de captar energía solar, esperando poder trasladar el desarrollo también a carreteras. Los resultados, según los promotores, son aún mejores de lo esperado: los 70 metros de carril experimental construidos proporcionan la energía necesaria para una casa durante un año completo y no experimentan problemas a causa de la circulación sobre los mismos, ni para la seguridad.
En Estados Unidos, se proyecta un desarrollo similar en la Ruta 66, en una fase menos avanzada pero que también apunta a la confluencia entre los sistemas de transporte de personas y mercancías y los de generación y distribución de la energía.
La tecnología muestra caminos alternativos mientras crecen, también, nuevos modelos de generación y uso de la energía. En Ringkøbing-Skern, Dinamarca, 5.000 de sus ciudadanos (un 10% del total) gestionan colectivamente un sistema de calefacción central basado en renovables que aspira a la autosuficiencia en 2020. Su iniciativa, referencia internacional, se enmarca en el modelo de un país nórdico que para algunos, como Pizzinato, es una inspiración. “En los países en los que hay una importante participación ciudadana en la energía, suelen existir regulaciones más estables y saludables”, señala.
RENOVABLES Y BANCA CON VALORES
1 MILLÓN DE HOGARES CON ENERGÍA LIMPIA
“El año 2015 fue testigo de un aumento del número de bancos activos en renovables”, recoge el Global Status Report 2016. En contraste, Triodos Bank ha trabajado con este sector desde tan temprano como 1986 y con el factor diferencial de hacerlo sin invertir también en el sector fósil. En 2015, el Grupo Triodos financiaba renovables equivalentes a una generación de 2.100 MW, las necesidades de electricidad de 1 millón de hogares europeos (más información sobre energía financiada por cada cliente y gráficos en Informe Anual 2015). El banco también está especializado en la financiación de proyectos de eficiencia energética.
El progreso global por una relación sostenible con la energía no puede descuidar los avances en el campo del ahorro. “De media, en los países de la OCDE, las secadoras, neveras y congeladores consumen dos tercios de lo que lo hacían en 1990”, apunta REN21. Al mismo tiempo, sin embargo, constatan que el uso de energía total no deja de aumentar.
Una vez más, vemos cómo el éxito rotundo de la tecnología creada por pioneros y en los centros de investigación no puede entenderse sin el progreso de una nueva cultura de la energía en el conjunto de la sociedad.
Imágenes: Solaroad · Gráficos: Renewables Global Status Report 2016
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